Los parisinos, franceses, y el resto de la humanidad está de celebración, pues uno de los rincones más emblemáticos y especiales de París está de aniversario.
En 1163 se colocó la primera piedra de lo que sería la Catedral de Notre-Dame, comenzando así su construcción. La catedral de estilo gótico no terminaría de construirse hasta 1345.
Ochocientos cincuenta años después, es una visita obligada para quien va a visitar la capital francesa, y no es de extrañar por su belleza y singularidad. Y con el término singularidad no me refiero solo a la gran construcción, sino también a sus típicas gárgolas y a su campana gigante.
Imagen de la catedral en el siglo XVII, recién finalizada su construcción.
Imagen de la fachada central.
Imagen de la fachada de uno de sus laterales, desde el río Senna.
Imágenes de las gárgolas.
Imagen de la imponente campana.
Por último, una imagen de la isla de La Cité, en pleno corazón de París.
(Todas las imágenes han sido sacadas de Google Imágenes)
Quizá por esta razón, por este gran aniversario, este es un buen año para ir de visita a París, ¿no?
Yo no me lo pensaría dos veces.
Un beso
:)
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